domingo, 31 de enero de 2021

SE ESTÁN CUMPLIENDO LAS PREDICCIONES, UNA POR UNA. LOS DEMÓCRATAS NO FALLAN. SON INFALIBLES. DIOS SALVE A LOS EEUU.

Decíamos el 20 de Enero:

 (ver las noticias intercaladas abajo).

 

“…Lo que ha sucedido hoy es un punto de inflexión en le historia de Occidente. 

Las transformaciones culturales son largas, progresivas, silenciosas, casi invisibles. Pero ciertas fechas aparecen retrospectivamente como un símbolo. Me parece, faliblemente, que hoy estamos en una de esas fechas.

El desplazamiento de masas e intelectuales hacia un neo-marxismo autoritario ha sido tan, tan profundo que ya casi no se ve. Lo más dramático es que ni siquiera lo ven algunos liberales que en su radical odio hacia Donald Trump (un odio cuyos orígenes psicológicos habría que investigar) nunca lo pudieron ver como un mal menor al lado del tsunami marxista en el que se convirtió el Partido Demócrata, el más eficiente partido comunista en toda la historia de Occidente. 

Lo que fundamentalmente ni ellos ni casi nadie pueden ver es este conjunto de patrones culturales que, como dijimos antes de Noviembre de este año, (https://puntodevistaeconomico.com/2020/10/26/razones-para-votar-por-trump/) son los siguientes:

- Eliminación progresiva de la libertad religiosa.

https://tierrapura.org/2020/11/13/la-libertad-religiosa-se-esta-convirtiendo-en-un-derecho-desfavorecido-dice-juez-de-corte-suprema-de-ee-uu/

- Eliminación progresiva de lo que queda de libre mercado.

https://www.france24.com/es/programas/medio-ambiente/20210130-medio-ambiente-joe-biden-estados-unidos-politica-ambiental

https://www.libremercado.com/2021-01-24/daniel-rodriguez-asensio-eeuu-trump-plan-biden-efectos-economia-6701653/

- Ataques sistemáticos a la vida, libertad y propiedad de todo el que piense diferente.

https://tierrapura.org/2021/01/30/quienes-seran-calificados-como-terroristas-domesticos-en-ee-uu-polemico-proyecto-de-ley-por-los-disturbios-en-el-capitolio/

https://www.lewrockwell.com/2021/02/ron-paul/libertarian-terrorists/ 

- Eliminación de la Second Amendment.

https://mises.org/es/wire/joe-biden-quiere-un-nuevo-y-enorme-impuesto-los-duenos-de-armas

https://www.lewrockwell.com/2021/02/martin-armstrong/here-it-is-the-bill-to-destroy-gun-ownership/ 

- Perfeccionamiento de las técnicas psicológicas de control de la población.

https://tierrapura.org/2021/01/30/quienes-seran-calificados-como-terroristas-domesticos-en-ee-uu-polemico-proyecto-de-ley-por-los-disturbios-en-el-capitolio/

- Control del la Suprema Corte.

https://www.infobae.com/america/eeuu/2021/01/27/joe-biden-comenzo-a-armar-una-comision-para-evaluar-una-posible-reforma-de-la-corte-suprema/

 Los últimos acontecimientos han corroborado todo lo anterior. La persecución al disidente será brutal. Los partidarios de Trump, los libertarios y los católicos serán tratados como delincuentes por supuestos delitos de odio, discriminación, racismo y terrorismo”


Por supuesto, todo irá empeorando............. Porque además............... : https://tierrapura.org/2021/01/30/asegurando-el-fraude-perpetuo-democratas-quieren-que-el-voto-por-correo-sea-permanente/ 


Duerman bien. 

domingo, 24 de enero de 2021

TRUMP, TWITTER, LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y LA IMPORTANCIA DE LOS PACTOS POLÍTICOS ORIGINARIOS


Volviendo al tema que tantos debates ha ocasionado últimamente, creo que hay un aspecto muy importante para entender qué está ocurriendo.

Las libertades individuales, tales como libertad de expresión, religiosa, de enseñanza y de asociación, no fueron concebidas primero in abstracto y luego plasmadas in concreto. Surgieron de una circunstancia histórica en la que había un consenso generalizado, tácito pero muy básico como horizonte cultural, donde casi todos (excepto los criminales) asumían el respeto mutuo de formas de vida y de pensar diferentes, y que el sujeto de derechos era cada persona en particular o asociada libremente con otras[1]. Ese fue el contexto fundacional de los EEUU, donde miles de inmigrantes católicos, protestantes, judíos y librepensadores huyeron de una Europa enloquecida para vivir en paz bajo el contexto del common law. Es lo que antiguamente era la “concordia” civil (ver Mauricio Vázquez: https://www.ambito.com/opiniones/democracia/eeuu-la-mas-antigua-del-mundo-n5164179?fbclid=IwAR29dMGZqZLZdPp8BLAKNfl8OJDZsOQcIBorPODkc3sPKsmDvdj8RBCpaEA)  No lo sabían, pero de ese modo fundaron las bases de lo que iba a ser la Declaración de Independencia, la Constitución Federal y la Declaración de Derechos. En ese momento sí que se entendía lo que quería decir free speech, más allá de la dicotomía privado/público. Era un consenso cultural de respeto al “disidente”, esto es al que tiene otra cosmovisión. Por supuesto, todos sabemos del “barro de la Historia”: ese pacto comenzó mal, con el tema de la esclavitud, que seguimos pagando hasta hoy.

Ese tipo de pacto político liberal clásico se corta cuando un grupo asume el monopolio de La Nación, el Estado, la raza superior o la clase explotada contra la clase explotadora. En todos esos casos, la convivencia con “el otro” es imposible, porque el otro es precisamente el que no permite la convivencia entre “los justos”. Esos son los colectivismos ontológicos que impiden una sociedad libre. Los “colectivos explotados” por definición no pueden admitir la convivencia con el explotador. Es una lucha sin cuartel donde el explotador debe ser eliminado.

A veces esos grupos afirman claramente que en ese caso las libertades de expresión y etc. ya no tienen sentido. Otras veces, como sucede actualmente, los colectivos explotados mantienen aparentemente los términos, pero el fondo cambia. Los supuestos delitos de odio y discriminación les permiten perseguir el “hetero-patriarcado capitalista explotador”.

Eso es lo que ha estado pasando desde 1945 en adelante en los EEUU, a medida que esa forma de pensar se extendía. Independientemente de la dicotomía público/privado, la persecución al disidente, esto es el explotador, se intensificó. Los liberales clásicos, los conservadores, los creyentes en religiones conservadoras, fueron perdiendo gradualmente sus posiciones. Fueron sistemáticamente perseguidos NO por un estado sino por las personas que creían estar en el colectivo explotado, y cuando el sistema penal incorpora los delitos de odio y discriminación, fueron perseguidos con denuncias penales consecuentes. El Estado Federal y los Estados no necesariamente (ahora sí) lo hacían. Editoriales, universidades, clubes, etc., eran los encargados de hacerlo. Si sos el explotador, “te cancelan”. Es lo que Axel Kaiser ha llamado La neo-inquisición (https://librospdfgratismundo.com/la-neoinquisicion-axel-kaiser-2020/)

Y ahora, finalmente, las big tech.

En este drama cultural, en el cual ya se ha perdido el pacto político originario, la dicotomía publico/privado según Rothbard, para diagnosticar lo que sucede, ya es insuficiente. En todo Occidente, hoy, no sólo en EEUU, los que pensamos diferente al marxismo dominante ya no tenemos free speech como antes se lo entendía, porque hemos pasado a ser el colectivo explotador que hay que eliminar.

Si el explotado que te persigue es público o privado según lo legal, no es suficiente para entender qué está sucediendo. Lo que está sucediendo es que el pacto liberal clásico, según el cual el free speech tenía sentido, se ha cortado.

Por supuesto, bajo todo eso la persecución moral y legal a Trump como un White supremacist intolerable, es la guinda del helado de último momento, pero habrá otras guindas y otros helados de igual sentido cultural.

El free speech, la libertad religiosa, como se las entendía en un contexto liberal clásico, ya se perdieron. Asumámoslo: sin un nuevo pacto político originario, no existen más. Los disidentes seremos tolerados en diversos grados, con suerte: tolerados, nunca aceptados como parte de la nueva Pax Romana Biden-China-ONU, más sus socios europeos.

Como re-comenzar de vuelta, sólo Dios lo sabe.

 

 

 



[1] Fernando Romero Moreno siempre dice que esas libertades concretas también existían en cierta forma en Hispano-américa. Ver http://gzanotti.blogspot.com/2020/11/resena-critica-al-libro-la-nueva.html

jueves, 21 de enero de 2021

GLOBALIZACIÓN Y GLOBALIZACIÓN

 Últimamente se nota un acuerdo entre nacionalistas católicos, conservadores y libertarios, liberales clásicos y paleo-libertarios y lo que fuere-libertarios 😊 en criticar a un poder unificado, global, de los organizamos internacionales y la imposición forzada de sus políticas a las soberanías nacionales.

Como he dicho ya varias veces, son las nuevas circunstancias históricas las que están produciendo estas alianzas y, también, cierta confusión.

Hay una mentalidad anti-globalista que viene del nacionalismo católico de los años 30. En ese entonces, y luego también en los 70 del lado de cierta derecha, los poderes globales tenían y tienen que ver con cierta conspiración “judeo-masónica-liberal” para dominar al mundo, que estaba en íntima relación por supuesto con el capitalismo liberal y las grandes empresas multinacionales. Los liberales en ese entonces, con nuestra defensa de la inversión extranjera y el capitalismo liberal, que incluía por supuesto al libre comercio internacional (con arancel cero), estábamos del otro lado.

Sin embargo, ya desde 1927 Mises había denunciado, en su libro “Liberalismo” (lectura indigerible para los nacionalistas católicos y franquistas, incluso los moderados) había denunciado a la Sociedad de las Naciones como algo inútil y peligroso, que iba a promover un nacionalismo que terminaría en otra guerra mundial, predicción que se cumplió. Mises dijo entonces algo que sigue siendo válido hoy: inútiles son todos los acuerdos internacionales entre naciones que practican el nacionalismo y el proteccionismo. El único “acuerdo global” eficiente y pacífico para el cual no es necesaria ninguna Sociedad de las Naciones, es el libre comercio internacional, el arancel cero, la libre entrada de capitales y personas en todo el mundo. Mises sigue teniendo razón desde un punto de vista modélico: si libre comercio, entonces verdaderamente paz. Claro, actualmente pienso que el ser humano es definitivamente incapaz del antecedente de la proposición, pero eso es harina de otro costal.

El asunto es que coherentemente, en 1949, en La Acción Humana, Mises criticó duramente al Fondo Monetario Internacional, y en la parte VI de su gran libro critica todas y cada una de las medidas intervencionistas que ya constituían la economía real de ese entonces (calculemos ahora). Mises jamás llamó a ese infame entuerto “capitalismo” y menos aún liberal, pero la cuestión es que excepto los lectores de Mises o Hayek (es decir, excepto casi nadie) toda la intelectualidad comenzó a llamar “capitalismo” no sólo al engendro infame de medidas intervencionistas de cada país occidental, sino a los acuerdos de las Naciones Unidas con todos sus organismos internacionales, entre los cuales la OMS y la UNESCO destacaban. El libro de nada más ni nada menos de G. Soros, “La crisis del capitalismo global” (como si él no tuviera nada que ver…) hizo “global” esa costumbre de llamar capitalismo al intervencionismo de la post-guerra, por eso este inútil David respondió en su momento diciendo que “la crisis del intervencionismo global” era el verdadero problema. Con el paso del tiempo, además, las circunstancias culturales fueron cambiando y la OMS, la UNESCO y etc. fueron avanzando cada vez más con políticas de salud reproductiva e identidad de género, sin tener en cuenta para nada las libertades individuales (ESE es el punto). Lo mismo sucede con los temas ecológicos, donde los acuerdos de París y etc. muestran claramente que a nadie se le pasa por la cabeza la eficiencia del mercado libre para los temas medio-ambientales.

Con lo cual los nacionalistas y conservadores religiosos (en general católicos) identificaron aún más a ese supuesto “capitalismo liberal mundial” con la persecución religiosa sobre todo anti-católica que se incrementó desde entonces y que cada vez es peor (llegando en el 2020 a un culmen nunca sospechado, con la anuencia del Estado del Vaticano). Ni qué hablar cuando G. Bush (padre) habló de un “nuevo orden internacional” luego de la caída del muro, que incluso algunos liberales ingenuos, en los 90, llegamos a creer que podría ser un verdadero libre comercio internacional. Algunos liberales, además, apoyaban y apoyan los tratados de libre comercio, que de libre comercio no tienen nada, como un mal menor. Hoy se ve claramente que todo ello fue un mal mayor.

Esto explica el odio total a la administración Trump. Salir de los acuerdos de París, salirse de la OMS, disminuir el apoyo a la Unesco, defender la libertad religiosa, oponerse al aborto, fueron medidas horrorosas para toda esta mentalidad estatista internacional. Por eso el odio de toda la prensa mundial y de las big tech. Medidas que todos los liberales clásicos deberían haber aplaudido con entusiasmo, en vez de estar enceguecidos por las malas maneras de Trump (como si Patton, Churchill o etc. hubieran tenido mejores) o su proteccionismo. Con esa ceguera han allanado el camino a los demócratas. Un error político gravísimo.

El asunto es que sobre todo a partir del 2020 y ahora con la administración mundial Biden-China, estamos en condiciones de corroborar la afirmación y predicción de Mises. El engendro actual, el intervencionismo global, que concedo que pueda ser llamado “crony-capitalism”, perfectamente descripto y denunciado por los trabajos de Mises, Hayek y Buchanan (a los cuales, excepto uno solo, los nacionalistas católicos NUNCA leen NI QUIEREN leer) más la agenda neo-marxista de la OMS y la UNESCO contra el “heteropatriarcado capitalista”, no tienen NADA que ver con el libre comercio internacional y la sociedad libre soñada por Mises. Pero NO porque los individuos, dadas sus liberales individuales, no puedan practicar sin coacción del estado su catolicismo, su marcianismo o su homosexualidad, sino porque esas agendas internacionales financian agendas que luego imponen por la fuerza, coactivamente, sus propias políticas a todas las naciones, violando totalmente las libertades individuales. Lo que muchos ven muy bien (sean neo-marxistas o sean liberales que critican a “conservadores”), lo que muchos ven como signo de “sana diversidad”, esto es la imposición global de delitos de odio, discriminación, salud reproductiva, inclusión coactiva identitaria, etc., son violaciones totales y completas a las libertades de religión, de expresión y de asociación, impuestas ahora no por la Unión Soviética, sino por una unión soviética universal que ahora es el mundo occidental, que incluye ahora, como éxtasis de su control, el encerramiento obligatorio de toda la población (eso sí, contenta, mirando Netflix y la CNN).

Contra esta globalización, nacionalistas católicos, liberales/libertarios y conservadores ya estamos enfrentados hace décadas, pero para hacer un frente verdaderamente común se necesitan ciertos reconocimientos de errores que hemos cometido y que ahora esta nueva circunstancia histórica nos permite ver y corregir. Primero, los liberales tenemos que reconocer nuestra ingenuidad e incorrecta hermenéutica de los acontecimientos mundiales del 89, cuando verdaderamente pensamos que se venía la paz perpetua de Kant y minimizamos o no quisimos ver los garrafales errores de las administraciones Bush (incluso muchos estaban muy felices con Obama “excepto en” lo económico….). Segundo, los conservadores y-o tradicionalismos diversos de diversas corrientes tienen que comenzar a ver que las libertades individuales, in abstracto e in concreto, son el modo de oponerse a las agendas globalistas donde la destrucción de la familia occidental está siendo obligatoria, admitiendo que puede haber otras formas de relación que estén protegidas por el derecho a la intimidad, como todas las demás.

Una globalización conforme a la ética se dará con el libre comercio internacional y con las libertades individuales reconocidas en todo el mundo. Hasta entonces, o sea, tal vez hasta nunca, la llamada globalización actual es cada vez más un estado totalitario universal.

miércoles, 20 de enero de 2021

BIENVENIDOS A UNA NUEVA PAX ROMANA (1) (Miércoles 20 de Enero de 2021).



Lo que ha sucedido hoy es un punto de inflexión en le historia de Occidente. 

Las transformaciones culturales son largas, progresivas, silenciosas, casi invisibles. Pero ciertas fechas aparecen retrospectivamente como un símbolo. Me parece, faliblemente, que hoy estamos en una de esas fechas.

El desplazamiento de masas e intelectuales hacia un neo-marxismo autoritario ha sido tan, tan profundo que ya casi no se ve. Lo más dramático es que ni siquiera lo ven algunos liberales que en su radical odio hacia Donald Trump (un odio cuyos orígenes psicológicos habría que investigar) nunca lo pudieron ver como un mal menor al lado del tsunami marxista en el que se convirtió el Partido Demócrata, el más eficiente partido comunista en toda la historia de Occidente. 

Lo que fundamentalmente ni ellos ni casi nadie pueden ver es este conjunto de patrones culturales que, como dijimos antes de Noviembre de este año, (https://puntodevistaeconomico.com/2020/10/26/razones-para-votar-por-trump/) son los siguientes:

- Eliminación progresiva de la libertad religiosa.

- Eliminación progresiva de lo que queda de libre mercado.

- Ataques sistemáticos a la vida, libertad y propiedad de todo el que piense diferente.

- Eliminación de la Second Amendment.

- Perfeccionamiento de las técnicas psicológicas de control de la población.

- Control del la Suprema Corte.

 Los últimos acontecimientos han corroborado todo lo anterior. La persecución al disidente será brutal. Los partidarios de Trump, los libertarios y los católicos serán tratados como delincuentes por supuestos delitos de odio, discriminación, racismo y terrorismo. 

Todo esto, con el control total de la House, el Senado, la Corte (la ampliarán), los mass media (cuya pobreza intelectual, cobardía, auto-censura, complicidad y crueldad será cada vez mayor), la ya consabida alianza con las big tech y la alianza con la China Comunista.

Casi no habrá salida o escapatoria. En los 80 el enemigo estaba en Moscú. Ahora está en la Casa Blanca.

La resistencia será larga y penosa. Los imperios tienen larga duración. 1776 fue un milagro, tal vez una imperfecta e inútil esperanza. La Historia Humana es la Historia de Caín.

 

(https://eseade.wordpress.com/2017/10/27/la-historia-humana-es-casi-la-historia-de-cain/#:~:text=Despu%C3%A9s%20del%20pecado%20original%2C%20la,Jesucristo%20no%20lo%20ignoraba%3A%20%E2%80%9C%E2%80%A6) 


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(1) https://gzanotti.blogspot.com/2020/11/bienvenidos-una-laaaaaaaaaaaaaaaarga.html  


lunes, 18 de enero de 2021

YO TE VACUNO EN NOMBRE DE BIDEN, KAMALA HARRIS Y LA OMS. EL QUE SE VACUNE SERÁ SALVADO Y EL QUE NO, SERÁ CONDENADO.

 No sé de qué se sorprenden. Es la nueva iglesia. Acostúmbrense. 

Ah! Les cuento ahora los teólogos discuten si fuera de la vacuna hay salvación. No, por supuesto. Ni siquiera el que no se vacune de buena voluntad, por ignorancia inculpable, será salvado............



domingo, 17 de enero de 2021

EL ORDEN ESPONTÁNEO Y EL COVID 19

Durante todo el año pasado todos nos hemos convertido en médicos. Es natural, porque quienes estamos en contra de la cuarentena obligatoria hemos tenido también la tendencia a tranquilizar a una opinión pública bombardeada por el pánico. Por ende hemos actualizado nuestros conocimientos sobre virus, bacterias, contagios, sistema inmunológico, ADN, ARN, etc.

Pero entretenidos en nuestra nueva profesión, hemos olvidado el punto central.

La tesis del orden espontáneo de Hayek no termina de hacer pie en esta sociedad “construida sobre la base del” constructivismo denunciado por Hayek, similar a la razón instrumental denunciado por la Escuela de Frankfurt. Sin embargo, es algo muy sólido. Es el equivalente, en el orden social, a las teorías de la auto-organización de la materia, esto es Big Bang y Evolución. Si hubo un Big Bang, ¿por qué la tendencia fue a la auto-organización de la materia y no a un caos originario de elementos? Los físicos están aún tratando de responderlo. Lo mismo en ciencias sociales: si el conocimiento humano es limitado, ¿cómo pueden los seres humanos inter-actuar entre sí de modo pacífico? Lamentablemente la respuesta sigue siendo hobbesiana. No pueden. Un dictador, el gobierno (que al parecer no es humano) debe organizar al caos que somos todos los demás dejados en libertad. Por eso el gobierno y sus “políticas”: política monetaria, impositiva, exterior, política educativa, de salubridad, etc. etc. etc. hasta el infinito. Y este síntoma de planificación central se da incluso en los liberales clásicos, que no pueden dejar de concebir a la educación (excepto Albert Loan, Hugo Landolfi y nadie más) como un orden deliberado donde tiene que haber un aula, un profesor, apuntes, notas, etc. Logran advertir el orden espontáneo en economía pero no en educación. Si eso les pasa a los liberales que leyeron a Hayek, imagínense en los demás……………..

La argumentación de Hayek es sólida. Hago la cuenta y me sigue dando bien. El conocimiento humano es disperso, sólo un libre intercambio progresivo y crítico de conocimientos puede hacerlo menos disperso. El argumento de Mill y Popper para la libertad de expresión, que sólo Feyerabend se atrevió a llevar al tema médico. Y es también la imposibilidad de cálculo económico en el socialismo, de Mises, que no es “sólo en economía”. El estado planificador central en salud y educación tiene el mismo problema. Por eso la salud pública unificada no funciona. Porque no puede hacer cálculo económico, llevando al sistema al colapso permanente. ANTES del 2020. Y además tiene sólo UNA opinión médica sacralizada y obligatoria, lo cual imposibilita la discusión crítica y lleva al conocimiento médico a la regresión.

Por lo tanto, médicos, el debate no es médico. El problema no es lo que usted, doctor, opine sobre el Covid-19. El problema es que hay otras discusiones médicas pero usted no quiere la discusión, y para usted, como para cualquiera, los argumentos de Mill, Popper, Hayek y Feyerabend se aplican, aunque usted no lo quiera o no lo pueda ver.

¿Cómo hubiera sido una sociedad libre ente el supuesto (también hay opiniones diversas sobre si este virus fue identificado) Covid 19? Hubiera sido un escenario, ante todo, donde habría habido una libre oferta de servicios médicos diversos, compitiendo libremente. Si un médico o un sanatorio quieren intubar, que lo haga, pero otros médicos hubieran recomendado otras cosas, y luego de nueve meses nuestro conocimiento hubiera aumentado. Y allí viene otro tema NO médico, sino ético y moral: ¿pero entonces las personas hubieran corrido el riesgo de equivocarse? Sí, porque eso es ser persona, no esclavo ni canario en una jaula. ¿Usted, paciente, nunca le pidió a un médico una segunda opinión? El que pone el cuerpo es usted. ¿Y no es que el cuerpo es nuestro? ¿No era que mi cuerpo, mi decisión? Ah, pero puedo enfermar a otros. No, esa también es una opinión médica. Hay otros médicos que piensan diferente. Ah, es que la inmunidad de rebaño no funciona. No, esa es sólo una opinión médica. Hay otras. ¿Y entonces? Y entonces, consulte a su médico. Y decida. Sí, la vida es riesgosa. Si no lo acepta, muérase. Que es lo que hace aceptando de buena gana que lo encierren en su sótano.

La ignorancia supina del orden espontáneo, de que el conocimiento limitado en medicina sólo se minimiza en libre discusión, que la salud pública unificada por el estado imposibilita el cálculo económico, que por eso la oferta de salud está siempre colapsando, es lo que ha llevado a todo este caos, precisamente a este caos que la OMS, el gobierno central, ha tratado de evitar y como siempre, lo amplificó, lo aumentó. Mises. Hayek. Feyerabend. Explicado en 1922, 1936, 1975, 78, etc., en libros importantes que usted, señor médico del estado, no ha leído ni le interesa leer.

Y eso, en ética, se llama negligencia culpable.

Porque posiblemente esté muriendo gente, no sólo por los servicios de salud que han quedado desatendidos, sino por la ineficiencia de los tratamientos en comparación con los que hubieran surgido en una sociedad libre, y por el colapso crónico (no sólo este año) de la oferta de salud fruto del sistema estatal. 

sábado, 16 de enero de 2021

LA VIOLENCIA DE LA IZQUIERDA NORTEAMERICANA

 

Totalitarian Takeover in Progress: The Left’s Coup Against America

The American Left has spent the better part of last year laying waste to America. Beginning in May of 2020, they unleashed and conducted the most extensive and violent riots in this nation’s history.

In the process, they wrecked dozens of American cities and caused billions of dollars in damage. The insurance industry declared these Democrat sponsored riots a “catastrophe” across several states.

According to data from Princeton University, forty-eight of America’s fifty largest cities were hit by violence from Black Lives Matter demonstrations.

The rioting became so severe and extensive that over 200 hundred cities had to declare curfew.

Within a month of the riots’ onset 14,000 people have been arrested.

In the first two weeks of the protests in Minneapolis alone the rioters caused “upwards of $500 million in property damage to 1,500 locations.”

In an effort to bring control, the states had to take extraordinary measures. We learn from Wikipedia that

“more than 30 states and Washington, D.C. activated over 96,000 National Guard, State Guard, 82nd Airborne, and 3rd Infantry Regiment service members. The deployment constitutes the largest military operation other than war in U.S. history [emphasis added].”

Amazingly enough, the media called these waves of mayhem and destruction “mostly peaceful protests.”

Before the last summer was out, there were already some 30 people killed.

All throughout, the rampaging Democrat base was been protected, encouraged and enabled by Democrat politicians, Democrat operatives and the corporate media. Kamala Harris, the current vice-president elect, said this in an interview with Stephen Colbert at the height of riots in June:

“They’re not gonna stop.  And that’s – they’re not – this is a movement, I’m telling you.  They’re not gonna stop. And everyone beware, because they’re not gonna stop… They’re not gonna stop before election day in November, and they’re not gonna stop after election day.”

This is nothing less than direct incitement to violence, destruction and murder. Kamala Harris should be held responsible and prosecuted for this. Having made statements of this type, Kamala Harris is unfit to hold federal office.

In November the Left apparently stole the presidential election through widespread fraud across several battleground states. There is extensive evidence to document this (see, for example, here).

The Left has used violence and intimidation against judges and government officials who sought to present the evidence of election fraud. Those who tried to do this were subjected to doxing, property destruction, physical attacks and death threats among other forms of chicanery.

Most judges and public officials who could take steps to try to address the situation were too frightened to implement the necessary measures. Their fears are understandable given the Left’s brutal nature.

The Left  has used a riot on Capitol Hill that was incited by Antifa and other extremist outfits to anathemize and destroy Donald Trump and those who support him. Anyone who has listened to Trump’s speech or read the transcript immediately sees the preposterousness of the incitement charge. The Capitol Hill incident is a set up by the Left to criminalize a sitting president and the populist movement that propelled him to office.

Proponents of traditional conservative values are now labelled terrorists, and the American security apparatus is being turned on them.

In an astonishing inversion of truth, the Left accuses the other side of their own tactics and transgressions. This is what an MSNBC editorial columnist wrote the other day: “Trump is not a fascist in a vacuum. He is the leader of a budding fascist movement in America…”

Objecting to the Left’s totalitarian tactics is now called fascism and those who do so are seen as legitimate targets for criminalization and retribution.

In the last twenty years Democrats in Congress objected to the results of every presidential election contest won by a Republican candidate. According to a piece in PJ media:

“The last three times a Republican has been elected president — Trump in 2016 and George W. Bush in both 2000 and 2004 — Democrats in the House have brought objections to the electoral votes in states the GOP nominee won.”

These days, however, they seek to remove senators and congressmen who have used constitutionally provided avenues to raise questions about the validity of the obviously fraud-ridden election. From an article in Forbes:

“A growing number of Democratic senators are calling on Sens. Ted Cruz (R-Texas) and Josh Hawley (R-Mo.) to resign – or be expelled – for leading the charge to object to Biden electors…”

Keith Olbermann said the following before the last election had even taken place:

“He [Trump], and his enablers, and his supporters, and his collaborators, and the Mike Lees and the William Barrs … and the Mike Pences, and the Rudy Giulianis and the Kyle Rittenhouses and the Amy Coney Barretts must be prosecuted and convicted and removed from our society…”

The American Left is intolerant and anti-free speech. It uses terror and violence to seize power and browbeat its opponents into submission.

Michael Beller, Principal Counsel at PBS, said before the election “even if Biden wins, we go for all the Republican voters, Homeland Security will take their children away…”

Beller also said that if Biden lost, he would “go to the White House and throw Molotov cocktails…”

Is this not incitement to violence?

In a clear display of its despotic nature, the Left has censored, deplatformed and otherwise silenced hundreds of thousands of Americans. But apparently, this is not enough. “We need more than deplatforming,” wrote a top Mozilla executive last week.

Countless Americans have already lost their jobs and had their reputations and lives ruined for merely speaking the truth.

The American Left hails from the same ideological and psychological root as tyrants and totalitarians of the past. (We wrote about it here.)

The United States is in the midst of a totalitarian takeover. If the Left is not stopped, we will be almost certainly plunged into despotism.

miércoles, 13 de enero de 2021

UNA NUEVA PELEA ENTRE LOS LIBERALES



Como ya dije varias veces, las nuevas circunstancias históricas nos han agarrado con la guardia baja o adormecidos. Han actuado como falsaciones a un núcleo central que debe desarrollar nuevas hipótesis ad hoc, so pena de degenerar en un programa de investigación teoréticamente regresivo.

La principal, hasta ahora, ha sido la terrible pelea entre los llamados liber-progres y los liberales conservadores. Hay que ver si esas clasificaciones ayudan. Por lo pronto, de ese tema vengo escribiendo hace rato, tratando de calmar las aguas, pero parece que es imposible. El artículo donde resumo más mi posición es este: https://institutoacton.org/2019/08/15/por-que-no-soy-conservador-aunque-si-conversador-gabriel-zanotti/

La otra, de estos días, es sobre la “censura” que las principales redes sociales están haciendo a las voces conservadoras y prácticamente a todo el que no concuerde con el Partido Demócrata (por ejemplo Ron Paul).

Casi todos, por no decir todos, estamos de acuerdo con el doble estándar escandaloso que se está perpetrando. Gente a la que no le molesta un ápice que Maduro y otras lindas personas tweteen todos los días, le cancelan la cuenta a Trump.

Pero el asunto es: ¿es censura como una previa intervención del estado prohibiendo a un particular?

Eso es clave porque los liberales siempre hemos defendido que los medios privados se reservan el derecho de admisión. Los no liberales tienen allí un mayor problema, porque son los primeros en pedir al estado que intervenga a los medios privados para evitar “odio y discriminación”. Nosotros no. Pero entonces, deberíamos condenar moralmente, pero NO legalmente, al odio y doble estándar de Mark Zuckerberg y etc. La libertad de expresión no estaría violada por ellos, sino ejercida.

Hay que ver allí cómo entra el famoso capítulo 10 de Man, Economy and State de Rothbard, parte en ppio. de nuestro núcleo central. Esas empresas serían monopolios naturales según Mises, pero según Rothbard todos los precios serían competitivos en el mercado, pues todos están expuestos a la competencia potencial y al factor competitivo permanente. Y eso aún en el caso de aceptar la clasificación de monopolio natural de Mises.

La hipótesis ad hoc obvia en ese caso es que no, que no son monopolios naturales, sino jurídicos en colusión (nueva palabra de moda) con los gobiernos. O, en ese caso son todas ellas una nueva expresión del crony capitalism, y no del libre mercado.

Pero hay debates sobre ello que a mí al menos me superan. No sé si es así o no. Llamo a los abogados a opinar.

Pero el asunto es: supongamos que fueran un monopolio natural. Aún así: ¿habíamos previsto los liberales una situación histórica donde uno o varios monopolios naturales acumularan tanto poder?

Porque para nosotros los liberales, el problema, como dice Mauricio Vázquez, es el poder absoluto. Hasta ahora, sólo un gobierno lo podía tener. ¿Pero sigue siendo ello así?

Supongamos que alguien me dice: si no hay gobierno, no hay poder absoluto. ¿Pero así debemos solucionar las cosas? ¿Con cuestiones de términos?

¿Qué quiere decir “absoluto”?

Si en el s. XVII alguien era perseguido por una monarquía “absoluta”, ya católica, ya protestante, ¿le podíamos decir que eso no era un poder absoluto porque podía emigrar a las colonias norteamericanas?

Me parece que todo esto nos supera. Debemos calmarnos, bajar un cambio y repensar las cosas. El problema es el poder, la crueldad, la persecución al disidente. Creo que estar contra ello es nuestro núcleo central. Pero hay que re-pensar, porque se ha quebrado en todo Occidente el pacto político originario (http://gzanotti.blogspot.com/2018/08/se-ha-quebrado-el-pacto-politico.html ) y esa grieta llega a todos los ámbitos de la vida social. En esa grieta estamos y en esa griega las libertades individuales no pueden “habitar”.

Cómo salir de esto, no lo sé. Precisamente, no lo sé. Pero otra vez los liberales insultándose, excomulgándose cada uno desde una supuesta sabiduría absoluta. Deberíamos dialogar con más calma. Si no podemos, es que todos somos Zuckerberg en potencia.