lunes, 31 de agosto de 2020

Argentina ofrece evidencia irrefutable de que los cierres prolongados significan un desastre, por CHRIS MOSS


 

Aclamado como modelo al comienzo de la pandemia, el encierro más largo del mundo no ha salvado a Argentina de la miseria del coronavirus mientras los casos y las muertes diarias continúan disparándose.

 

A medida que Argentina entra en una cuarentena más, está al borde del top ten mundial de casos de coronavirus, y es uno de los pocos países donde la curva en casi todos los gráficos estadísticos se dispara.

 

El viernes 28 de agosto, el presidente Alberto Fernández informó a la nación que eran necesarias tres semanas más de encierro para “detener la propagación del virus y detener las muertes… El problema no está solo en AMBA; el problema está en todo el país.”

 

“AMBA” se refiere al Gran Buenos Aires, donde vive más de un tercio de los 44,5 millones de argentinos. Es aquí donde ha estado en vigor un estricto cierre, con solo modificaciones ocasionales, desde el 20 de marzo. Durante largos períodos la gente no ha podido salir de sus casas excepto para comprar alimentos o recoger medicinas. Incluso la recreación al aire libre estuvo prohibida durante semanas. A pesar de esto, muchas empresas permanecen cerradas. Los restaurantes y bares solo pueden ofrecer un servicio de comida para llevar. No se permiten reuniones de grupos en interiores.

 

Las reglas han estado vigentes durante más de 164 días en partes de Buenos Aires. No obstante, incluso el presidente admite: "Estamos muy lejos de resolver el problema en AMBA".

 

Con la llegada de la primavera a Argentina, la temporada turística suele reiniciarse. Antes de la pandemia, los vuelos directos desde el Reino Unido (así como desde Europa y muchos centros de los Estados Unidos) aseguraban que la capital disfrutara de un flujo constante de turistas.

 

Pero Covid-19 y lo que ahora es la cuarentena más larga del mundo ha impactado todos los aspectos de la vida en Buenos Aires.

 

Su célebre escena cultural se ha derrumbado. Todos los museos y galerías de propiedad estatal están cerrados. 

 

Las clases de tango, milongas (noches de baile de salón) y espectáculos están cerrados. El Campeonato Mundial de Tango anual, que se desarrolló del 26 al 30 de agosto, fue un evento solo virtual.

 

Los 700 teatros, salas de conciertos y centros culturales de la ciudad, 200 revistas pequeñas, y miles de artistas callejeros y de circo están en espera.

 

Buenos Aires es el hogar de una de las grandes sociedades cafeteras del mundo y es un importante centro gastronómico. Los porteños (residentes de Buenos Aires), no hacen cola para comprar vasos de plástico de café con leche o sándwiches en caja. Se sientan para relajarse y charlar, reunirse con amigos y familiares en sus cafés locales y parrillas (asadores) baratas y alegres. Un estilo de vida mediterráneo, heredado de antepasados italianos y españoles, es la norma, pero no en cuarentena, con un efecto devastador.

 

Según la Asociación de Hoteles Restaurantes, Confiterías y Cafeterías de la República Argentina (AHRCC), entre 1.200 y 1.500 establecimientos de comidas y bebidas ya han cerrado definitivamente y hasta 8.000 “están al borde de un abismo”. Ya se han despedido diez mil personas en el sector de la hostelería.

 

La facturación ya se ha desplomado entre un 80% y un 90%. Los servicios de entrega, que cargan una reducción del 20% al 35% del precio minorista de la comida y la bebida, ayudan poco a los propietarios a equilibrar los libros.

 

En el moderno Palermo, los establecimientos venerables como El Trapiche, así como los lugares exclusivos dirigidos a los bebedores y comensales más jóvenes, han cerrado sus puertas para siempre.

 

A fines de mayo, el Gran Café Tortoni, fundado en 1858 y el café más célebre de Argentina, dijo que estaba vendiendo AR $ 1.000 (£10) por día. Incluso La Biela, en la adinerada Recoleta, está luchando por sobrevivir.

 

La grandeza de Buenos Aires ya está muy descolorida; ahora está en peligro de desaparecer a medida que se extiende el bloqueo. Donde otras ciudades de América del Sur tienen sitios antiguos, palacios históricos, playas u otros atractivos naturales, su principal patrimonio es su vida social y cultural. Si esto es eliminado por Covid-19, quedará muy poco para disfrutar.

 

Argentina ha superado más crisis económicas que la mayoría de los demás países. Pero la pandemia ha golpeado más fuerte que cualquier caída reciente. En 2001, cuando la moneda se desplomó, los turistas llenaron las mesas vacías.

 

La gran economía informal básicamente se ha derrumbado. El desempleo masivo podría tener consecuencias nefastas, entre las cuales se encuentra el hecho de que el sistema de seguro médico privado del que depende la mayoría de la gente se financia con los salarios.

 

En marzo, Argentina fue ampliamente elogiada por su rápida respuesta a la crisis. “Se puede recuperar de una caída del PIB”, declaró el presidente Alberto Fernández, luego de implementar un cierre anticipado. "Pero no puedes recuperarte de la muerte".

 

Matías de Cristóbal, director general del grupo hotelero de lujo Awasi, lamenta la arrogancia. “Durante los primeros meses, el gobierno contó con el apoyo de la mayoría de la gente. Pero las malas habilidades de comunicación y la noción de cuándo los casos podrían alcanzar su punto máximo han erosionado la confianza.

 

“El gobierno se comparó favorablemente con Chile, Brasil y Perú, e incluso con Europa, a menudo usando datos defectuosos. Cometieron un grave error al predecir un pico en abril, luego en mayo y luego en junio. Han apostado por permitir que la economía se derrumbe con la historia de que habrá muchas menos muertes porque el gobierno está 'encima' y cuidándonos ".

 

Argentina ha registrado 408,426 casos de coronavirus hasta la fecha. En la próxima semana, superará a Chile en el ranking mundial y hay muchas posibilidades de que pronto supere a España, uno de los países más afectados por la pandemia.

 

El recuento oficial de muertes del gobierno es de 8.457, mucho más bajo que en muchos países, pero actualmente se duplica cada tres semanas.

 

Pero, ¿qué tan precisos son estos números cuando no se hacen pruebas a más de diez mil personas cada día y en los últimos días más del 50 por ciento de las pruebas dan positivo?

 

“Los aplausos en abril fueron prematuros”, dice Peter Lloyd-Sherlock, profesor de política social y experto en América Latina de la Universidad de East Anglia.

 

"Todo el mundo estaba elaborando políticas sobre la marcha y el cierre inicial allí, como en otros lugares, estaba destinado a ser una gran declaración de política".

Señala la diferencia entre declaraciones públicas y la vida en el terreno. 

 

“Cualquiera que haya pasado algún tiempo en Argentina sabe que controlar los movimientos de la población es imposible. Es anárquico en el mejor de los casos".

 

La temporada de invierno, una gran población de ancianos y una experiencia limitada para hacer frente a enfermedades infecciosas, en comparación con Brasil, que ha tenido importantes brotes de Zika, dengue y malaria, contribuyen al problema.

 

“La edad promedio de las muertes por Covid está muy por encima de los 70 y ciertamente hay un subregistro de muertes en este grupo de edad”, dice el profesor Lloyd-Sherlock.

 

En las últimas semanas, el virus se ha propagado rápidamente en provincias como Jujuy en el noroeste de los Andes y Mendoza, una región vinícola de fama mundial. Tierra del Fuego, la provincia más austral, también es motivo de preocupación. Para las empresas de turismo del Reino Unido, estos son los destinos a los que se dirigen los viajeros después de probar los cafés y los bifes de Buenos Aires.

 

“Lamentablemente, la realidad que están viendo Australia, Nueva Zelanda y ahora Argentina es que una cuarentena demasiado severa no solo aplana la curva, sino que también la extiende”, dice Edward Paine, director gerente del especialista regional Last Frontiers.

 

“Me encantaría que Argentina siguiera el ejemplo de México, Costa Rica y Brasil y abriera fronteras internacionales, aunque con precauciones sensatas, como requerir una prueba de PCR a la llegada. El eclipse solar total de principios de diciembre es una oportunidad perfecta para que el país estimule el reinicio del turismo, un proceso que se necesita tan desesperadamente para evitar un desempleo generalizado y un daño más permanente a un sector tan importante de la economía.”

 

Aproximadamente una décima parte de la población argentina trabaja en el sector de viajes y turismo y se estima que genera hasta una décima parte del PIB nacional. La mayor parte de los ingresos se generan durante los meses pico entre Navidad y marzo.

 

Las medidas Covid-19 de Fernández se implementaron para permitir que el país y su servicio de salud atravesaran los meses fríos, pero a medida que se acerca la primavera, las fronteras internacionales permanecen cerradas sin perspectivas de vuelos regulares en el corto plazo; las empresas ahora no esperan turistas extranjeros en Argentina hasta el verano de 2021-22. Parece probable que este año la temporada "pico" para el turismo sea reemplazada por un pico en los casos de Covid-19.

 

LA PELIGROSA IGNORANCIA DE LOS FACT CHECKERS.

Por un lado, todo es relativamente obvio. Basta ser una buena persona y seguir el quinto mandamiento. No levantarás falso testimonio. Sí, claro que hay que verificar las fuentes. Claro que no puedo mentir. Si me confundo en algún documento, o fuente, pido disculpas.

Hasta ahí, no parece haber dificultades.

Pero cuidado, la diferencia entre información y opinión presupone a veces que puede haber hechos sin el horizonte personal de que afirma un mensaje.

Y allí comienzan los problemas, por la ignorancia de la más elemental hermenéutica, que no tiene nada que ver con el post-modernismo y la llamada post-verdad.

Si yo digo que Trump es presidente, sí, claro, es verdadero, es evidente, pero para decirlo tengo que saber qué es un presidente, esto es, debo estar habitando un mundo de la vida donde se pre-supone un conjunto de tradiciones históricas donde ello sea evidente.

Se llama mundo de la vida, horizonte, creencias. Con estudiar un poquito de Husserl, Schutz, Gadamer y Ortega, ya está.

Veamos otros ejemplos.

Argentina, 1982: “Recuperamos las Malvinas”.

Inglaterra, 1982, el mismo día: Falkland Island were invaded.

A ver, fact checker, decime, ¿cuál es la “fake news”?  

Otro caso: AICA: una madre asesinó a su hijo en el vientre.

Página 12: una madre interrumpió voluntariamente su embarazo.

A ver, fact checker, decime de vuelta cuál es la fake news.

Hoy, EEUU, Libertarian News: aumento del gasto público por parte de Trump.

Fox News: detalles del plan de estímulo a la economía por parte de Trump.

Dale de vuelta, “checker”: identificá la fake news please……………….

Página 12: incremento de las desigualdades en el Chile capitalista.

Página Mises: deterioro de la economía de mercado en Chile.

De vuelta……………………

 

Y ahora:

 

30 CASOS DE CORONAVIRUS EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

 

 

 

 

 

 

                                                                    Más de 30.000 muertos por gripe en el 2019

 

Fíjense qué interesante: arriba a la izquierda, en mayúsculas (esto es, lo primero que ve el lector), los 30 casos.

Abajo a la derecha, en minúsculas, los 30.000 muertos (por gripe estacional) que hubo en la Argentina el año pasado. (Sí, he chequeado la fuente).

MUY interesante: primero, se escribe “caso” SIN distinguir si es asintomático, si es paciente de riesgo, etc. Segundo, se lo considera más importante que las gripes del año pasado, y por eso se las coloca (SI se habla de ello) abajo a la derecha.

¿Y quién determina qué es lo más importante?

El criterio de relevancia, de importancia, ¿es un hecho o una opinión?

Y además el mensaje se diseña. ¡Oh qué novedad!!!! Se lo dice o escribe de un modo, de otro, se lo pone por aquí o por allá. ¿Tiene eso algo de malo? ¡Claro que no!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Y además es imposible que no sea así, y además es bueno que sea así. Pero el diseño, ¿es un hecho o una opinión?

¿Se están desayunando de todo esto, fact checkers?

Como me dijo una vez alguien (y para peor, en una facultad de comunicación): Gabriel callate porque de filosofía acá no sabemos. Si yo hubiera sido alguien muy malo mi respuesta debería haber sido: precisamente por eso callate vos………………………

Y en ciencia, ¿quiénes determinan la relevancia, la importancia, e incluso la verdad, de algo?

Los paradigmas dominantes.

No, gente, no es teoría conspirativa. Es Thomas Kuhn, 1962, La Estructura de las Revoluciones Científicas. Cuestión de estudiarlo un poquito. Nada más. ¿Post moderno? NO, no es postmoderno. Es nada más tomar conciencia de la historicidad de la ciencia.

Florencia, 1610. Diario Pomponazzi: el negacionista Galileo quiere demostrar que Copérnico tiene razón, y para colmo con un telescopio mal construido. Qué imbécil no?

¿Quién quedó luego como imbécil?

Se llama Historia de la Ciencia. Es cuestión de estudiarla un poquito.

Por ende, fact checkers, muy fácil: ustedes consideran fake news a lo que el paradigma alternativo considera verdadero, y consideran “serio”, “verdadero”, “chequeado” a lo que el paradigma dominante considera verdadero.

Magnífico.

¿No se les ocurrió, ni por un momento, que en una sociedad libre los paradigmas deberían debatir libremente, y los ciudadanos escuchar y decidir? No, claro. Para eso deberían leer y estudiar a John S. Mill, a Popper, a Feyerabend, a Mises, a Hayek….. Pero no, claro...

Así que, fact checkers, nuevos pequeños nazis contemporáneos, estudien un poquito. Les paso la bibliografía. ¡Oh no!!! ¿Estudiar? Claro, no, ustedes tienen “los hechos” de su lado, que buscan en Google. Y bueno, gente. Sean felices. Mientras tanto, ahoguen el grito de la verdadera verdad: Saulo, Saulo, por qué me persigues.

 

 

Bibliografía para los fact checkers:

 

Carrier, M. (2012), “Historical approaches: Kuhn, Lakatos and Feyerabend” (p. 132-151). En: Brown, J. R. (ed.). Philosophy of science: the key thinkers. London and New York: Continuum.

Feyerabend, P. (1981). Tratado contra el método. Madrid: Tecnos.

Feyerabend, P. (1982). La ciencia en una sociedad libre. Buenos Aires: Siglo XXI.

Feyerabend, P. (1989). Diálogo sobre el método. Madrid: Cátedra.

Feyerabend, P. (1991). Diálogos sobre el conocimiento. Madrid: Cátedra.

Feyerabend, P. (1992). Adiós a la razón. Madrid: Tecnos.

Feyerabend, P. (1995). Killing time. Chicago: University of Chicago Press.

Feyerabend, P. (2001). La conquista de la abundancia. Barcelona: Paidós Ibérica.

Gadamer, H. G. (1991). Verdad y método I. Salamanca: Sígueme.

Gadamer, H. G. (1993). El problema de la conciencia histórica. Madrid: Tecnos.

Gadamer, H. G. (1998). El giro hermenéutico. Madrid: Cátedra.

Habermas, J. (1987). Teoría de la acción comunicativa. Racionalidad de la acción. Taurus: Madrid.

Husserl, E. (1970). The crisis of European sciences. Evanston: Northwestern University Press.

Husserl, E. (1986). Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica. México: Fondo de Cultura Económica.

Husserl, E. (1986). Meditaciones cartesianas. Madrid: Tecnos.

Husserl, E. (1989). Ideas pertaining to a pure phenomenology and to a phenomenological philosophy: second book. Dordrecht: Kluwer.

Koyré, A. (1979). Del universo cerrado al universo infinito. Buenos Aires: Siglo XXI.

Kuhn, T. (1971). La estructura de las revoluciones científicas. México: Fondo de Cultura Económica.

Kuhn, T. (1966). La revolución copernicana. Madrid: Orbis.

Kuhn, T. (1989a). Qué son las revoluciones científicas y otros ensayos. Barcelona: Paidós Ibérica.

Kuhn, T. (1989b). La tensión esencial. México: Fondo de Cultura Económica.

Kuhn, T. (2000). The road since structure. Chicaco: University of Chicago Press.

Lakatos, I. (1989). La metodología de los programas de investigación científica. Madrid: Alianza.

Leocata, F. (1987). El hombre en Husserl. Sapientia, 42, 345-370.

Leocata, F. (2000). Idealismo y personalismo en Husserl. Sapientia, 55 (207), 397-429.

Leocata, F. (2003). Persona, lenguaje, realidad. Buenos Aires: Editorial de la Universidad Católica Argentina (EDUCA).

Leocata, F. (2007). Estudios sobre fenomenología de la praxis. Buenos Aires: Proyecto.

Leocata, F. (2010). Filosofía y ciencias humanas. Buenos Aires: Editorial de la Universidad Católica Argentina (EDUCA).

Llano, A. (1999). El enigma de la representación. Madrid: Síntesis.

Mill, J. S. (1882). A system of logic. New York: Harper.

Muñoz Torres, J. R. (1995). Objetivismo, subjetivismo y realismo como posturas epistemológicas sobre la actividad informativa. Comunicación y Sociedad. Pamplona, España, 8, 2, 141-171.

Popper, K. (1983). Conjeturas y refutaciones. Barcelona: Paidós Ibérica.

Popper, K. (1985). La lógica de la investigación cientifica. Madrid: Tecnos.

Popper, K. (1988). Conocimiento objetivo. Madrid: Tecnos.

Ricoeur, P. (2010). Del texto a la acción. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Schutz, A. (1967). The phenomenology of the social word. Chicago: Northwestern University Press.

Schutz, A. (1970). On phenomenology and social relations. Chicago: University of Chicago Press.

Schutz, A. (2003a). Las estructuras del mundo de la vida. Buenos Aires: Amorrortu.

Schutz, A. (2003b). Estudios sobre teoría social II. Buenos Aires: Amorrortu.

Wittgenstein, L. (1988). Investigaciones filosóficas. Barcelona: Crítica.

Wittgenstein, L. (2000). Sobre la certeza. Barcelona: Gedisa.

domingo, 30 de agosto de 2020

HEMOS CRUZADO UNA LÍNEA QUE NUNCA DEBERÍAMOS HABER CRUZADO. PERO……


Como ya he dicho varias veces, la razón por la cual NUNCA hay que violar derechos personales en nombre de la seguridad (como lo creyeron Videla, Buch y Dick Cheney) es que una vez que violas el debido proceso, y secuestras, matas y torturas, todo en nombre del bien, entonces has desatado un infierno que tú pensabas que podías controlar.

Lo mismo en nombre del virus. Se ha cruzado una línea que jamás debía cruzarse. No importa qué tan virulento sea un virus. Los derechos individuales no deben nunca (nunca: NUNCA) quedar sujetos a la arbitrariedad de médicos y políticos. Ellos no son los dueños de otros seres humanos. No son dueños de una nueva granja de esclavos a los que cuidan “por su bien”.

Las inevitables consecuencias no intentadas ya se ven por doquier. La violencia y la arbitrariedad policial, el reglamentarismo bestial de diversos funcionarios, la banalidad del mal de sus respuestas, propias de toda dictadura, no son “excesos” a una regla buena en sí misma. Son consecuencias propias y necesarias de toda dictadura, de todo poder ilimitado, ahora y siempre.

Pero……… ¿Por qué el “pero”? Porque, lamentablemente, no deberíamos sorprendernos de nada. ¿Qué se puede esperar de sociedades -la nuestra es una más- que han perdido hace tiempo la mas mínima noción de lo que es la libertad? No importa que no fueran La Unión Soviética o Corea del Norte. La mayor parte de los estados occidentales se han organizado con una burocracia férrea de órdenes y mandatos, con una estructura militar, disfrazada de nobles ideales, tal cual Weber lo describió. Somos herederos de la fuerza ilimitada de los estados iluministas, donde el abuso de la razón, denunciado por Hayek, se ha cumplido estrictamente desde el inicio. Ministerios de educación con poderes ilimitados, e igualmente, ministerios, secretarías o como se llamen sóviets de salud pública, de comercio, de economía, de transporte, etc., etc., etc.,  etc., que han convertido a los derechos individuales (de expresión, de religión, de enseñanza, de asociación, de reunión) en letra muerta hace ya muchas décadas. Sumemos a ello los grupos de presión de lo políticamente correcto, y la complacencia, ignorancia e indolencia de la mayor parte de las personas convertidas en tristes ovejitas eficientes de la máquina del estado, muchas de ellas con 5 doctorados, 6 idiomas, 70000 sacos y corbatas, 80000 togas, premios y distinciones, con resplandor mágico de personas serias, de ser miembro del paradigma dominante, de ser los que saben ante los imbéciles disidentes. Quien tenga oídos, oiga.

Pero todo esto, hace décadas, MUCHAS décadas.

Por lo tanto, el terror al virus encontró a Occidente sencillamente casi muerto bajo el peso de su propia dialéctica del Iluminismo. Tal vez nunca se sepa cuánto hubo de planificación, de estupidez o de lo que fuere en todo esto que está pasando, pero sí puedo afirmar con seguridad que nunca hubiera sucedido si el horizonte cultural hubiera sido diferente. Ni siquiera, como en otros tiempos, esta nueva Unión Soviética encontró la firme oposición de un Wyszynski, un Wojtila, un Pacelli. Líderes religiosas de todo el mundo han eliminado el derecho a la libertad religiosa por el temor a un virus. Impensable.

Y pensar que a veces se discute la falta de corroboración empírica de la predicción de Hayek en Camino de Servidumbre. Durante mucho tiempo se creyó que Europa y EEUU estaban gozando de una socialdemocracia light y benévola mientras que las libertades estaban bien custodiadas, y cuán equivocado estaba Hayek en haber predicho el desastre. Miren ahora. Ojalá hubiera estado equivocado. El y unos pocos, desde la Mont Pelerin Society, los Liberty Funds, la pionera Foundation for Economic Education, la UFM en Guatemala y no mucho más, advirtieron contra corriente, todo el tiempo, todo ello, siendo objeto de burla y desprecio por parte de los señores serios, creyentes y agnósticos, que nos miraban y aún nos miran bajo la soberbia del funcionario, del experto, de la OMS, la ONU, los comités científicos oficiales y todos los conicetitos y coneaucitas del mundo. Son los partidarios de la cuarentena obligatoria. Son los ideólogos y ejecutores de los diagnósticos de Hayek, Feyerabend, Adorno y Horkheimer, sobre el abuso de la razón humana, la nueva ciencia, la nueva religión, donde sus sacerdotes e inquisidores han vuelto con la soberbia de creer que no lo son. La ausencia de la conciencia de pecado. Lo peor de lo peor.

Gabriel, danos algo de esperanza. Sí, gente, Dios existe. Y deja al hombre en manos de su propia decisión (SI, 15,14). 

domingo, 23 de agosto de 2020

LA DICTADURA DE LOS PARADIGMAS DOMINANTES Y EL CORONAVIRUS.



No, gente, no es ninguna teoría conspirativa. Es, simplemente, filosofía de la ciencia, la más simple filosofía de la ciencia que se enseña en todos lados. La diferencia consiste en tomársela en serio.

Hace ya muchos años (1955 y 1962) Thomas Kuhn explicó, siguiendo las huellas de L. Fleck, cómo es la dinámica de los paradigmas dominantes y alternativos. Cómo los científicos se nuclean alrededor de una ciencia normal que se considera “la” ciencia, una, eterna e inmutable, certera, necesaria, probada, al lado de los herejes y disidentes del paradigma alternativo, irracionales y peligrosos.

Kuhn se dedicó más bien a explicar cómo cambian los paradigmas “debido a esto” (ese fue su gran aporte), porque en principio ese comportamiento anti-dialógico cerraría el paso al progreso científico, como advertía Popper en su momento. Y tenía razón, sólo que Kuhn fue más perspicaz en advertir que hay una racionalidad espontánea, no relacionada con la voluntad de los científicos, esencial para el desarrollo de la ciencia.

Los científicos, además, no pueden “probar” nada. El término “prueba” implica un razonamiento necesario, deductivo. La pretensión de J.S.Mill de lograr eso con el método experimental ya había sido refutada en su momento por Pierre Duhem, y luego por C. Hempel -no precisamente un post-moderno- quien explica claramente que el razonamiento condicional de la ciencia (si p entonces q, ahora bien q, luego p) de ningún modo “prueba” necesariamente la hipótesis, sino que, como mucho, no la contradice hasta el momento, cosa que fue llevada a sus últimas consecuencias lógicas por Popper, quien explicó claramente que la ciencia consiste en conjeturas no necesarias y refutaciones no necesarias. Lo interesante de todo esto es que es una simple cuestión de lógica. La afirmación del consecuente de un razonamiento condicional no prueba el antecedente, y decir lo contrario implica la falacia de afirmación del antecedente.

Todo esto implicó en su momento un golpe necesariamente mortal a las pretensiones ilusorias de los habitantes de los paradigmas dominantes, esto es, que ese paradigma es el necesario, el probado, el irrefutable.

Pero caso nadie se toma en serio todo esto, porque parece que tomarse en serio a la filosofía de la ciencia implica muchos desafíos vitales que pocos están dispuestos a asumir. Bueno, eso pasa con toda la filosofía.

Científicos, divulgadores científicos, periodistas, médicos, ingenieros -con las siempre honrosas excepciones del caso- ignoran absolutamente todo esto o si tienen una vaga idea creen que es una discusión académica intrascendente para su función en la vida. Y allí es cuando cometen errores que comprometen la vida y la libertad de las personas.

Lo peor, desde un punto de vista moral y político, sucede cuando los paradigmas dominantes -cosa también explicada por Kuhn- se unen al poder político, persiguiendo judicialmente (y creen que hacen bien) al que piensa diferente, porque sería un delincuente peligroso que está mintiendo, que está difundiendo falsedades que ponen en peligro la vida de los ciudadanos. Lo mismo sucedía -como explica perfectamente Feyerabend, al que casi nadie se lo toma en serio- en el medioevo cristiano con la religión dominante y la alternativa. Poder civil y sus “expertos” (los inquisidores) se encargaban de llevar a juicio quien difundieran falsas doctrinas que pusieran en peligro la salvación del alma. La ilustración cientificista no cambió nada, sólo puso otra religión autoritaria por encima (lo cual NO implica que el Cristianismo o la ciencia sean autoritarios en sí mismos). Ahora el poder civil, el estado moderno, asesorado por los expertos, los inquisidores del paradigma dominante, se encargan de llevar a juicio a los modernos herejes que difunden medicinas falsas que pongan en peligro la salvación del cuerpo.

Inquisidores medievales y médicos actuales no se daban cuenta y no se dan cuenta (cabría la pregunta: ¿quiénes tienen mayor responsabilidad?) de que en una sociedad libre, así como hay libertad religiosa, los ciudadanos también deben decidir sobre los demás temas, no porque la verdad no exista, sino porque la verdad no se impone por la fuerza. Esto parece saberlo hoy el predicador cristiano que está seguro de su Fe, pero parece no saberlo el predicador de una ciencia que para colmo es falible en sí misma, como explican Duhem, Hempel, Popper, Kuhn, Lakatos, Feyerabend, a quienes nunca leen ni quieren leer ni estudiar. O, cuando mucho, esas son cosas “de los filósofos”. Ellos, los nuevos sacerdotes infalibles, no se sienten tocados por reflexiones escritas todas por gente que proviene de su propio campo (la ciencia pero autoconsciente de sus límites).

En ese sentido, el escándalo de los inmunólogos del paradigma dominante (http://inmunologia.org.ar/; http://inmunologia.org.ar/wp-content/uploads/2020/08/Documento-SAI-COVID19.pdf) contra el paradigma alternativo (https://www.youtube.com/watch?v=lKtqH7gQvFU&feature=share&fbclid=IwAR1-pDLeNDwxKDQcGdlRMsJDEoVg0VeWKetlfhDwoY4Vrh2tmTio7mCtdak - https://www.youtube.com/watch?v=9IUskNhtOVA ) constituye un ejemplo perfecto de todo lo que acabamos de explicar.

No se trata, por parte de la filosofía de la ciencia que va de Popper a Feyerabend, de explicar ahora quién tiene razón. Se trata de recordar a ambos bandos (porque el alternativo también parece reclamar “la prueba de los hechos” a su favor) que en una sociedad libre las personas deciden según su conciencia, y no un experto con la fuerza del estado, como si fueran los nuevos dueños de granjas esclavistas.  El inicio del texto del “comunicado nro. 1” (¿se acuerdan?) de la Sociedad Argentina de Inmunología es una espantosa muestra del autoritarismo que esta buena gente ignora que tiene: “…La Sociedad Argentina de Inmunología manifiesta su preocupación por la difusión en medios de comunicación de información inexacta y carente de sustento científico que confunde a la población y atenta contra el cumplimiento de las medidas que han demostrado, tanto en nuestro país como en el mundo, evitar la saturación del sistema de salud y las muertes que ello podría ocasionar”. Miren las expresiones utilizadas: “…su preocupación por la difusión”; “…información inexacta y carente de sustento científico”; “…las medidas que han demostrado…”. No hay informaciones inexactas, gente, hay paradigmas versus paradigmas, y en una sociedad libre las personas los discuten libremente y deciden, faliblemente, a cuál seguir. Y esto NO tienen nada que ver con el escepticismo post-moderno. Porque no es que NO exista la verdad, sino que la verdad NO se decide por la fuerza. Pero, ¿de qué estamos hablando? ¿De libertad de expresión? ¡Oh, no para las nuevas ciencias sagradas!!! Por eso están “preocupados” por “la difusión”…… Seguramente si alguno de ellos lee esta herejía se sentirá preocupado por la difusión de este artículo….

Médicos: el debate no es médico. El debate es que ustedes no admiten el debate y están dispuestos a perseguir judicialmente a quien piense diferente, con la misma buena voluntad que los inquisidores católicos perseguían a los herejes. Era por la salvación de las almas, y ahora ustedes, los nuevos inquisidores, lo hacen por la salvación del cuerpo. Inquisidores y ustedes no terminan de entender que la verdad (SI la tienen) NO se impone por la fuerza. El debate es un debate sobre el debate. Es un debate de filosofía política: coacción versus libertad, que ustedes creen que no les toca. El debate no es sobre las cadenas de ADN, sobre cuánto se tarda en hacer una vacuna, sobre el origen del virus, sobre los ácidos nucleicos, sobre si la vacuna modificaría el ADN o no. ¿Están en desacuerdo con lo que dicen otros inmunólogos? Ok, exprésenlo libremente, luego toca a los ciudadanos decidir. Ah no, eso nunca, claro.

Sí, son dos paradigmas enfrentados, pero no biológicos, sino políticos. Ustedes, médicos asociados al gobierno, al conicet que es del gobierno, creen que están autorizados a la coacción. Otro paradigma, Feyerabend, yo y tal vez algún otro, se atreverá a decirles que no es así.

Por supuesto, ustedes se dedicarán a perseguir también a este paradigma disidente, a calumniarlo como negacionista, ignorante, anticientífico, conspiranoide. No leerán nunca, y si la leen no se la tomarán en serio, a la bibliografía que les propongo, y seguirán justificando “por medio de la ciencia” a la cuarentena obligatoria. Enjoy it. Se llama la banalidad del mal.

 

BIBLIOGRAFÍA para los médicos e inmunólogos del paradigma dominante:

 

 

Feyerabend, P. —Adiós a la razón; [versión inglesa]; Tecnos, Madrid, 1992

    —Ambiguedad y armonía; Piados, 1999

    —Diálogos sobre el conocimiento; Cátedra, Madrid, 1991

    —Diálogo sobre el método; Cátedra, Madrid, 1989

    Killing Time; University of Chicago Press, 1995

    La ciencia en una sociedad libre; Siglo XXI, 1982

    —La conquista de la abundacia; Paidós, Barcelona, 2001.

    —Matando el tiempo, Debate, Madrid, 1995

    Philposophical Papers, vol 1 y 2; Cambridge University Press, 1981

    Tratado contra el método; Tecnos, Madrid, 1981

 

Fleck, L.: Genesis and Development of a Scientific Fact; University of Chicago Press, 1979.

 

 

 

Gadamer, H-G —El giro hermenéutico, Cátedra, Madrid, 1998

    —El inicio de la filosofía occidental [1988]; Paidos, 1999

    —El problema de la conciencia histórica [1959], Tecnos, Madrid, 1993

    —En conversación con Hans-Georg Gadamer, Tecnos, 1998, Carsten Dutt. (Editor)

    —Mis años de aprendizaje [1977]; Herder, Barcelona, 1996

    —La actualidad de lo bello, Paidos, 1991

    —Mito y razón, Paidos, 1997

    —Verdad y método, I, y II [1960/1986]; Sígueme, Salamanca, 1991/1992

 

 

Habermas, J. —Teoría de la acción comunicativa, Taurus, Barcelona, 1987

 

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    —Ideas… Second book [1928 aprox.], Kluwer Academic Publishers, 1989

    Investigaciones lógicas [1900]; Alianza, Madrid, 1982, tomos I y II

    —Invitación a la fenomenología, Paidos, 1992

    —La filosofía como ciencia estricta [1911]; Universidad Nacional de Buenos Aires, 

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    —Meditaciones cartesianas, Tecnos, Madrid, 1986 [1931]

    —Problemas fundamentales de la fenomenología, Alianza, Madrid, 1994

    The Crisis of European Sciences [1934-1937 aprox.]; Northwestern University Press,

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Koyré, A. —Del universo cerrado al universo infinito, S. XXI, 1979

    —Estudios de historia del pensamiento científico, S. XXI, 1977

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    —Pensar la ciencia, Paidós, 1994

 

Kuhn, T. —La estructura de las revoluciones científicas; FCE, 1971

    —La revolución copernicana; Orbis, Madrid, 1985

    The Road Since Structure; University of Chicado Press, 2000

    —The Structure of Scientific Revolutions (University of Chicago Press, 1962)

    La tensión esencial; FCE, 1996

    —Qué son las revoluciones científicas y otros ensayos; Paidós, 1989

 

Lakatos, I. —La metodología de los programas de investigación científica; Alianza Ed.,

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    —Matemáticas, ciencia y epistemología; Alianza Ed., Madrid, 1987

 

Lakatos & Feyerabend —For and Against Method, University of Chicago Press,1999

    Sull’orlo della scienza, a cura di Matteo Motterlini; Rafaelo Cortina Editore, 1995

 

Lakatos and Musgrave, Editors: —Criticism and the Growth of Knowledge; Cambridge

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Popper, K. —All Life is Problem Solving, Routledge, 1999

    Búsqueda sin término; Tecnos, Madrid, 1985

    —Conjeturas y refutaciones; Paidós, Barcelona, 1983

    —Conocimiento objetivo; Tecnos,Madrid, 1988

    —El cuerpo y la mente; Paidos,1997

    —El universo abierto; Tecnos, Madrid, 1986

    In Search of a Better World, Routledge, 1994

    La lógica de la investigación cientifica,Tecnos, Madrid, 1985

    —La miseria del historicismo; Alianza Ed., Madrid, 1987

    —Logica das ciencias sociais; Editora Universitade de Brasilia; 1978

    Popper Selections; Princeton University Press, 1985, Miller, D. (ed.)

    Realismo y el objetivo de la ciencia; Tecnos, Madrid, 1985

    Replies To My Critics; in The Philosophy of Karl Popper, Part II; Edited by P.    

    Arthur Schilpp Lasalle; Illinois, 1974

    Sociedad abierta; universo abierto; Tecnos, Madrid, 1984

    —Teoría cuántica y el cisma en física; Tecnos, Madrid, 1985

    The Lesson of this Century; Routledge, 1997

    —The Myth of the Framework; Routledge, Londond and New York, 1994

    —The Rationality of Science, Routledge, 1981

    —The World of Parmenides; Routledge, 1998

    Un mundo de propensiones; Tecnos, Madrid, 1992

 

 

 

 

Wittgenstein, L. —Cuadernos azul y marrón, Tecnos, Madrid, 1998

    —Investigaciones filosóficas, Crítica, Barcelona, 1988

- Sobre la certeza, Gedisa, Barcelona, 2000.