domingo, 9 de diciembre de 2012

¿Alguien sabe qué es........................?

Y entonces se hace un silencio. Miradas de reojo. Segundos torturantes. Finalmente alguien se atreve a decir algo.
- Eh................. Ok, pero.............. (decimos los que intentamos ser Sócrates): mmm, la cosa va por otro lado..................... A ver, alguien más?
Otros segundos que duran siglos. Finalmente alguien "se juega" bajo las diversas miradas de los otros ("olfa".... "¿De qué te la das?".......... "Claro, querés quedar bien con el profe no?"....... "Uy otra vez este................").
- Mmmmehh..... S......ee.......... Puede ser, pero...................
Otro intento.
- Bueno, pero.............
Otro.
- Pero si decís eso entonces................................

No. No es así. Si quieres que la gente hable, primero diles que vas a decir tu opinión. Tienes que estar convencido, apasionado, ser breve y claro, y los demás tienen que ver que tu vida está en lo que decís, que tu lenguaje es tu vida. Y desde el principio les has dicho que después pueden decir tu opinión sobre lo que tú has dicho. Pueden no: es más, los has exhortado a que te escuchen críticamente, que traten de entender, y a la vez, ver en qué difieren.
Si verdaderamente hubo vida detrás de tu palabra, habrá diálogo. Te dirán verdaderamente qué píensan. Y tú deberás comprender y sacar de todo lo que digan toda gota de verdad y convertirla en un océano. Y así............................. Y así.........................
¿No te han preparado para eso? ¿Has copiado lo que dice un libro de texto, lo has repetido, te has sacado 10, te has puedo en frente de una clase y has repetido el libro de texto y has exigido que luego los demás lo repitan? Y bueno, tiempo de cambiar. Eso no es el conocimiento. Para eso tienes papiros, libros en papel, CDs, silicio y etc. Tú, eres humano. Piensas, criticas, dudas, te apasionas, y ese es tu lenguaje, pero no eres un grabador. Eres pasión. De tu vida surge la palabra y de tu palabra surge la vida. "En el principio era el Logos". La palabra ama o maltrata, la palabra abraza o expulsa, la palabra construye los imperios y los destruye.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que la palabra siga a la vida,
que la palabra acompañe al cuerpo,
que la vida esté puesta en lo que uno dice,
que las palabras surjan de lo que se vive,
que surjan casi solas...

Ante tanto blablabla, me quedo con esas palabras encarnadas...
Gracias!
Ema

Caru dijo...

Las palabras pueden construir o destruir... el poder de las palabras... ay!