domingo, 29 de agosto de 2010

DEJAD QUE LOS NIÑOS VENGAN A MÍ

Ayer estuve en la celebración eucarística de los 25 años de ordenación sacerdotal de un amigo, Fr. Rafael Cúnsulo, fraile dominico.

Al finalizar la Misa, Rafael dijo unas bellas palabras en el altar. No sé si conocen la Basílica de Santo Domingo: es bella e imponente. A pesar de la alegría que se respiraba en el silencio con que escuchábamos a Fr. Rafael, era una situación evidentemente solemne.

Repentinamente un niño, de dos o tres años, camina vacilante hacia el enorme atrio donde Fr. Rafael está hablando. Avanza unos pasos pero vuelve. Minutos después, el mismo niño comienza a avanzar decididamente hacia Fr. Rafael. Esta vez no duda. Rafael lo mira, le sonríe, le ofrece su mano, y el niño estira sus bracitos. Rafael se inclina y el niño le da un beso en la mejilla; luego, corre contento hacia donde están sus padres. Rafael aclara: “son los mejores maestros” (lo cual, dicho por un dominico, es importante). Todos nos quedamos conmovidos.

Se podrían decir muchas cosas. Cómo los niños irrumpen, rompen los esquemas, dan vida, una vida que, por suerte, en este caso no tuvo que ser interrumpida, porque Rafael estaba tan viviente como el niño y no tuvo que interrumpir ningún discurso aburrido: el saludo del niño se unió con naturalidad a palabras no leídas que salían del corazón.

Pero no resisto la tentación de decir: esa es la Iglesia que yo conozco de cerca. Un niño que besa con alegría a un sacerdote. Venticinco años de fidelidad y de servicio, una basílica llena de familias llenas, a su vez, de niños que corrían por los laterales; un ágape en el comedor del convento, con sencillos sanguchitos y gaseosas; frailes, religiosas, laicos, familias, niños, muchos niños, repito, y, no sé si se entiende: uno de ellos, en medio de la ceremonia, besando a un sacerdote. Reitero: un niño besando a un sacerdote.

Obviamente, no es ni será noticia en ningún lado. En mi blog, sí.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lindo ! Son lo mejores maestros , sin duda . Hay que dejarse adoptar por ellos y desacelerar nuestro desaprendizaje de la vida . Abrazo . M.S

Anónimo dijo...

Coincido! Es la misma iglesia que yo vivo, la iglesia que me enseñó a AMAR con mayúsculas. Hermosa noticia Gabriel!
Saludos desde Rosario :)
Julia

Juli Tar dijo...

Coincido! La misma iglesia que vivo yo, la iglesia que me enseñó a AMAR con mayúsculas. Que linda noticia Gabriel!
Saludos desde Rosario

Julia

Anónimo dijo...

Para mí sí es noticia, y no porque no sea algo común.

Juan Manuel Bulacio dijo...

Excelente Gabriel, me encantó!
Si nosotros mismos no decidimos donde están las noticias que valen, otros lo hacen y solo nos queda responder como marionetas! Y perder además el sentido en ese deambular incesante de novedades vacías...

María Antonieta Arnal Parada dijo...

Lindo post

Anónimo dijo...

Buenos Días!
Cada vez que leo dos o tres cosas suyas digo Wow! es priemra vez que leo su blog, el blog, no sus artículos... me quede impresioonado. que foorma tan linda de expresar un beso de un niño para un sacerdote....
Si algún día llego a padre, a obispo ay me recuerda hacer una misa por Ayau.

Me encantan algunas ideas de la filosofía austriaca y mas si las combino con la religión catolica...
Me dejo usted muy contento y alegre...
Saludos desde Guate.
Enrique