domingo, 29 de noviembre de 2009

EL MAL DE LOS MALES QUE PODRÍAN EVITARSE

Veo diariamente a los desnutridos, a los desocupados, a los indigentes, a los inmigrantes que son asesinados o masacrados, o enviados de vuelta sin misericordia a sus infiernos de origen…. Veo las guerras, con toda su crueldad…. Veo millones de iniciativas nobles que no se ven, que no fueron, que existieron sólo en corazones ahora sumidos en el olvido y la depresión… Veo a millones de personas contemplando la disolución de toda una vida de noble esfuerzo, por la inflación y los impuestos; veo a cientos de gobernantes llenos de soberbia e ignorancia, pavoneándose por el mundo y tomando como un logro a la banalidad del mal de su ideología, llamando ciudadanos a sus nuevos esclavos. Veo todo ello y sé que todo ello se puede evitar. Libre comercio internacional, libertad total de emigración e inmigración, libre entrada y salida de capitales y de personas, desregulación de todas las actividades humanas, excepto el libre contrato y su cumplimiento… Basta de ejércitos, de burócratas, de controladores de existencias ajenas, de invasiones a la intimidad, de robos al fruto del trabajo…. Basta de utopías basadas en una supuesta santidad impuesta por la fuerza, basta de utopías basadas en la revolución para el hombre nuevo del socialismo, basta de utopías basadas en la supina ignorancia de la escasez. No, no soy yo el utópico. Yo grito en el desierto que todo ello es posible, y que no es así por las ideologías que habitamos, que nos presentan como obvias a monstruosas aberraciones. No, lo mío no es un paraíso, lo que proclamo es una sociedad en paz y en libre intercambio cultural y comercial. Sí, las miserias humanas continuarán, pero no la crueldad aberrante de millones y millones y millones de seres humanos sumidos, subsumidos y asesinados lentamente en la más abyecta pobreza, miseria y opresión. “...Si el discurso de hoy debe dirigirse a alguien, no es a las denominadas masas ni al individuo, que es impotente, sino más bien a un testigo imaginario, a quien se lo dejamos en herencia para que no perezca enteramente con nosotros” (Horkheimer y Adorno, La dialéctica de la Ilustración, última frase).

7 comentarios:

Alejandro Sala dijo...

Bueno, tampoco es como para que te vuelvas loco. Como siempre, es obvio que tenés razón pero debés admitir y aceptar que la especie humana no ha llegado al grado de evolución suficiente como para comprender el sentido de las ideas que expresás. Por lo tanto, hay que aceptar que la realidad es la que es sin resignarse a que continúe siendo así pero sin pretender que todo se modifique completamente en forma inmediata.
Sinceramente, yo me conformaría con que en Argentina empiece a imperar la racionalidad y quede desactivado el autoritarismo. Es muy poquito pero es lo que está a mi alcance esperar. Un mundo de paz, intercambio y comercio universales es algo inimaginable en las circunstancias actuales y si reclamás eso verdaderamente estás planteando utopías, no porque conceptualmente estés equivocado sino porque fácticamente eso es inimaginable en el aquí y ahora. Saludos

Gabriel Zanotti dijo...

Gracias por tu preocupación por mí querido amigo!!! Pero tranqui, no me volví loco (aún.... :-)) ); simplemente, hay estilos y estilos. A veces hay que remover un poco la estantería. That´s all. Un abrazo!!!

delivery post-crucifixión dijo...

Aunque no sé como se podría realizar ese salto metafísico que promovés, comparto tu indignación frente a la situacióm imperante.

No debemos rendirnos frente a este estado de las cosas, y dar rienda suelta al fastidio personal también es saludable.

"El que piensa lo más hondo, ama lo más vivo" (Hölderlin).

Un abrazo!
R.P.

Anónimo dijo...

"En un mundo marcado por el desencanto, el pesimismo y la desesperación, el cristiano no se limita a ver las miserias de este mundo, tiene para él un mensaje de esperanza. Las tinieblas del mundo son muy intensas, pero, al menos en un punto, ya fueron atravesadas por la luz: esa luz se llama Jesucristo, quien, con su vida, pasión y resurrección, nos reveló el amor del Padre, la victoria sobre el mal y la muerte, el sentido de la vida dispuesta a seguir sus enseñanzas, a trabajar por un mundo más humano y fraterno. Por eso, la espera y la esperanza cristiana (sin ignorar los dramas de este mundo) están impregnadas de confianza y gozosa certeza;...tengan animo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación..." Palabras de un sacerdote en relación al Evangelio del día de hoy.

Veo en estas palabras un complemento al valioso mensaje de Gabriel. Además, las considero universalmente fructíferas más allá de la respetable creencia religiosa de cada lector. Mariano Alvarez

Anónimo dijo...

Hola Gabriel, he llegado a tu post por uno de esos caminos misteriosos de la red, sin buscarte expresamente y ha sido un interesante hallazgo.Estoy muy de- acuerdo contigo.La filosofía de todos los tiempos se ha basado en grandes sistemas,ha confeccionado toda una serie de conceptos y entramados conceptuales para intentar explicar con sentido ¿que és el hombre?.Pero en su afán para explicar la realidad,la reinventado de tal forma que ha olvidado lo más obvio. Hablo de la vida misma, la concreta y particular del individuo que te mira y que su mirada lo dice y expresa todo, el dolor,el sufrimiento, la alegria, la tristeza.Debemos aprender a pensar con el corazón, a dar voz a los sentimientos, a dejarnos inmiscuir por la fuerza de la naturaleza y del alma del ser desnudo y desprovisto de las condiciones materiales. Buscando nuestra esencia hemos traicionado nuestras propia raíces ligadas a la tierra y a la comunión con la naturaleza.

Saludos.

Anónimo dijo...

Coincido , pero : ¿ Qué le respondés a quien te cuestiona que "una sociedad en paz y en libre intercambio cultural y comercial" es también una "ideología" ? Si así fuera , diciendo "basta" a las otras ideologías ( con otra interpretación de las causas de la miseria humana ) se te empantana todo diálogo . Tus amigos creemos entender bien lo que decís , coincidamos o no , porque te conocemos . Pero me gustaría que opinara alguna vez gente no amiga y real ( no un testigo imaginario ) , que esté convencida de los beneficios de la intervención del Estado en la vida de las personas . Si llegamos al punto de que el desprecio ideológico por el liberalismo se ha transformado en una especie de indiferentismo estamos bien fritos . Porque nadie evoluciona practicando la endogamia ideológica con los que piensan como uno . El vigor híbrido es un mandato natural si pretendemos superarnos también "ideológicamente" . M.S

Gabriel Zanotti dijo...

Tenés razón MS. Pero como ves, mucho me abrí el mundo real en los otros post. Aquí, sencillamente, grité mi sueño.