domingo, 8 de marzo de 2009

FILOSOFÍA: EL SHOW NO DEBE CONTINUAR, EL SHOW NUNCA DEBIÓ COMENZAR

Estaba una vez dando un curso de historia de la filosofía. Lo hago pocas veces, porque no es lo que mejor me sale, pero bueno. Al final de cuentas soy profesor de filosofía.

“Tocaba” (ya estábamos concluyendo) el tema del existencialismo de fines del s. XIX y ppios. del s. XX. Repentinamente una cara de extrañeza que conozco bien. Es curioso, nunca pude en Aikido adelantar el movimiento del otro (qué mal…) pero en clase las caras adelantan perfectamente las preguntas. Mi cara a su vez le dice, sin decir, “si…..?”, y finalmente ahí está, el milagro del diálogo en clase.
Comienzo a explicar entonces qué sentido tiene la pregunta por el sentido de la existencia. Me entusiasmo un poco. Tengo que hablar de la muerte, claro, pero con algunos chistes de Woody Allen la cosa se aliviana. Pero no. Yo sigo entusiasmado. Y sigo. Y finalmente hago lo que en serio –no me van a creer- no quería hacer. La convenzo de que el hombre es un ser para la muerte, y que preguntarse por el sentido de su vida es una de las principales tareas de la existencia, de “su” existencia. Y ahí se produce el clic. Un clic nada divertido. Porque la convenzo. Juro que no quería arruinarle el día. Para colmo el curso era durante el almuerzo…… Pero la cara de mi alumna lo decía todo. Lo había visto, repentinamente. La filosofía había penetrado en ella. Perdón, yo no quise. Nunca hago filosofar a nadie que no quiere. Pero pasó. Y claro, la filosofía, que fue tomada como un descanso –y puede serlo, por qué no- se reveló también en su rostro más auténtico: lo más profundo de la existencia, que te pone en contacto íntimo con lo más central de tu vida. La cara de sorpresa, de susto, en el fondo, no me la voy a olvidar nunca. No preguntó más nada, quedó en silencio todo el resto del tiempo, no sé cómo le cayó el trozo de pizza. Yo no quise. Créanme, no había sido mi intención.

Tampoco me fue muy bien las pocas veces que me invitaron a alguna casa algún fin de semana para hablar de filosofía. Yo trato de ser cordial, pero no sé qué pasa. Diagnostico un problema en el pacto de lectura. Nunca me voy a olvidar aquella vez que hablé de Levinas y el rostro sufriente. Me confundieron con un teólogo de la liberación y me dieron clase sobre la alegría de la vida. En fin.

Pero me acordé de todo esto, esta semana que pasó, cuando por la pantalla del televisor apreció un conocido profesor de filosofía hablando, precisamente, de un famoso existencialista. Qué impresionante, qué erudición. Hizo todo el show. Citó sus libros, títulos, fechas, circunstancia, hablaba bien, lo hizo entretenido. Y, por supuesto, dijo al final lo más importante: ¿qué importa si es verdadero o falso lo que dijo? El asunto es que era una magnífica pieza literaria, el asunto es que revela bien los dramas del hombre…. Con un tono de voz que revelaba muy bien cuánto drama se hacía él al hablar. Y de repente, como terminando un capítulo de Física I, dijo “bueno!!, hemos terminado por hoy con…… Los espero la próxima vez con…….”. ¡Qué impresionante! O sea, como si nada. El filósofo existencialista en cuestión, si lo leyeras, te penetraría hasta el caracú, te haría saltar las lágrimas, podría –y esto es lo esencial- cambiar tu vida, pero el erudito profesor no lo dejó. Te lo convirtió en culturoso adorno, (no en Adorno), entretenimiento, después del cual tu vida sigue tal cual. Y esa es una imagen que la filosofía tiene: un elevado entretenimiento, si, claro, tal vez mejor que ver Rambo o Terminator. Tal vez. Porque Rambo, Terminator, etc., buscan verdaderamente entretener, distraer. Son auténticos, sinceros, el pacto de lectura está claro, y si te descuidas, tienen bastante filosofía entre líneas. Pero la filosofía no es un florero bonito para que, cual gordo culturoso, digas “qué bien que comí” y luego sigas tal cual. Si la filosofía no te toca de cerca, si no cambia tu vida, si no produce un cambio en tu concepción del mundo, si no es, como Husserl dijo, “funcionaria de la humanidad”, no es filosofía. Es una bonita colección de fechas y nombres, ante la cual te quedas igual, pero diciendo “ah…… Qué difícil….. Qué importante que debe ser esto….. Bueno, ya está, vuelvo a mi vida de siempre”. Pero entonces, ¿no es preferible que veas una buena peli de acción? Las hay, y muy buenas. O una comedia romántica. Y vuelvo a decirte: todo ello no sólo es preferible, sino muy bueno por su autenticidad. Y es falso que todas estén llenas “de sexo y violencia”. La mayoría son hermosas. Pero la filosofía que intente competir en el otro canal tiene el problema de que se borra a sí misma, rompe el pacto de lectura originario. Ningún filósofo auténtico escribió para distraerte un yatito. El filósofo es, sobre todo, alguien molesto. Puede ser perfectamente cordial, pero si filosofa, su mensaje no te dis-trae, sino que te con-trae a lo más esencial de tu existencia (perdón el lenguaje ontoteológico). Desde cierto punto de vista es bueno que los filósofos nos disfracemos de entretenedores culturales, porque si nos descubren…. Pero, cuidado, ¿hasta qué punto podemos seguir así?

Y cuidado, que no me refería a los documentales de canal a, hechos por colegas que piensan en serio sobre filósofos que pensaron en serio. Nos referimos a eruditos memoriosos que no piensan, reforzando la imagen de la filosofía como la inutilidad más lujosa. O sea, el bonito florero.

Bueno. Calma. Ya está. No quise ser tan malo. Lejos de mí juzgar o condenar a alguien. Jamás daré el nombre del memorioso que despertó mi inconsciente reprimido :-)). Y si la sociedad toda cree que somos floreros, ok, tolerémoslo con resignación. Incluso, colega, si te pagan para que seas florero, acéptalo, es más digno que otras pagas. Pero no te engañes a ti mismo ni a los demás. Cuando alguna pregunta implique mostrar que eres el cimiento del edificio, más que el adornito, no te escondas. Tal vez no te inviten más, pero podrás seguir diciendo, al día siguiente, “soy filósofo”.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

El problema no es lo light vs lo profundo . Para mi todo es profundo si es humano . El problema es la comprensión personal de esos problemas humanos . Cuando la filosofía se hace más ininteligible se vuelve más incomprensible . También hay muchos a los que les conviene que no se entienda , convirtiéndola en lujosa inutilidad . Son los técnicos cuidando el misterio de su oficio . La comprensión de los problemas existenciales sigue haciendo la diferencia , muchas veces , entre seguir siendo o desaparecer .
Los medios masivos potencian eso de seguir estereotipos no-humanos . Son amplificadores , con la responsabilidad que esto implica . La filosofía cayó en esta visión junto con el resto de las actividades . Si un pensamiento lleva hoy más de tres minutos para comprenderse induce al bostezo colectivo . Es una tremenda regresión en los niveles de concentración y entendimiento , aún comparándolo con lo que sucedía hace sólo veinte años . Algo que ver tiene la ilusión de la instantaneidad que ha creado la tv e internet . Cuando se pierde la armonía griega entre cuerpo-alma y entorno social-natural , el descalabro es muy grande para la modesta función terapeútica de la filosofía . Aunque siempre sea necesario , pero no suficiente , denunciarlo mil veces como lo hacés aquí . Un abrazo . M.S

oikos-pobierzym dijo...

"La filosofía sirve para entristecer. Una filosofía que no entristece o no contraría a nadie no es una filosofía. Sirve para detestar la estupidez, hace de la estupidez una cosa vergonzosa. Sólo tiene este uso: denunciar la bajeza del pensamiento bajo todas sus formas." (Deleuze, "Nietzsche y la filosofía", p.149.)

Se me ocurrió tomar estas ideas de Deleuze como para enganchar con tu comentario. Obviamente que considero que la filosofía no se agota en esto..., pero es un buen intento, una buena estrategia como para remover los hábitos de un instalado conformismo.

Es muy difícil hoy en día saber dónde está instalada la filosofía, tampoco queda claro el rol del filósofo...

No obstante, creo que la filosofía no "para todos", ni tampoco tiene que llegar a todo el mundo. Esto no significa que todo tipo de evento social (incluyo, ante todo, el mediático) no posea una "concepción de la realidad" que esté implícita. Desde Tinelli hasta los discursos del Papa (perdón por la abrupta comparación...). En este sentido es misión del filósofo hacer explícitos esos discursos porque en ellos prevalece una visión del hombre y de su relación con el mundo.

Bueno, esto es para abrir un poquito el diálogo.
Me quedé con la duda sobre cuál es el profesor de filosofía que viste en la tele. Si es un programa en un canal argentino, tal vez podría ser el mismo que vi yo..., lo dejo ahí.

Un abrazo a vos y a M.S.

R.P.

Poéticamente Insurrecto dijo...

Gabriel, pero... a ver, ¿no está inviertiendo la carga de la prueba?

El individuo que por alguna razón (excede a este planteo buscar "esa" razón) empezó a pensar "filosoficamente", va a disfrutar "filosoficamente" tanto de Rambo, como de Terminator, como de La Vida es Bella... y mucho más de cualquier profesor de filosofía, haga lo que haga éste.

Por el contrario, el individuo que aún, por la razón que fuera (excede a este planteo buscar "esa" razón) se niega, o no puede, o no quiere, o ni siquiera sabe que no puede, pensar filosoficamente, no va a disfrutar ni siquiera de la más profunda de las clases.

Quiero decir, ¿el problema es del profesor o del alumno? ¿De la autoridad catedrática o del individuo espectante?

A riesgo de caer en un lugar común: !Sapere Aude!

Anónimo dijo...

El tema de Nietzsche Ricardo , que seguramente conocés mejor que yo , es otro capítulo más sobre entender qué fue primero , el huevo o la gallina . O en otras palabras , cuales son las motivaciones más profundas que hacen que filosofemos . Porque entre tantas hipótesis se decía que había padecido sífilis de jóven , por ejemplo , que sin tratamiento adecuado en esa época terminaba en psicosis . Es claro que el hombre ni se sentía ni estaba bien de la cabeza . Tomando la tristeza por ejemplo : la filosofía sirve para entristecer ? o Nietzsche está triste y filosofa ? En esa época los diagnósticos eran sin duda peores que ahora . Seguramente tenés una opinión más sólida que yo al respecto .
Menos mal que perdieron en Catamarca . Un abrazo . M.S

Anónimo dijo...

Estimado Gabriel: Dos cuestiones, que se me ocurren de interes. Primera. Estaria bueno ampliar el concepto de pacto con el receptor, o donde profundizarlo?
Segunda.
Es adecuado o filosofico para la propia filosofia llegar asi como un baldazo de agua fria sin más, o mas bien lo es avizorarla como un lago al que nos hacercamos sucesivamente (cierto que conocedores de su carácter profundo y frio?.
MT

oikos-pobierzym dijo...

Hola M.S!

"El pensamiento adulto y aplicado tiene otros enemigos, estados enemigos diversamente profundos. La estupidez es una estructura del pensamiento como tal; no es una forma de equivocarse, expresa por derecho el sinsentido del pensamiento. La estupidez no es un error ni una sarta de errores. Se conocen pensamientos imbéciles construidos totalmente a base de verdades; pero estas verdades son bajas, son las de un alma, pesada y de plomo. La estupidez y, más profundamente, aquello de lo que es síntoma: una manera baja de pensar." (Deleuze, Idem, p.149)

"En fin, hacer del pensamiento algo agresivo, activo y afirmativo. Hacer hombres libres, es decir, hombres que no confundan los fines de la cultura con el provecho del Estado, la moral o la religión. Combatir el resentimiento, la mala conciencia, que ocupan el lugar del pensamiento. Vencer lo negativo y sus falsos prestigios."
(Idem, p.150)

Bueno, son dos citas más de Deleuze sobre el pensamiento de Nietzsche (pensador complejo, si los hay).

Agregué estas dos citas no para reivindicar a Nietzsche ni a Deleuze en especial. Sino, más bien, para tratar de aportar un poco al tema que presentó Gabriel.

El "ingreso" a la filosofía siempre ha sido (desde el punto de vista histórico "shokeante"): Desde las criadas que se rien de Tales de Mileto(los sirvientes no son capaces de vislumbrar las altas verdades...), pasando por la caverna de Platón (donde el prsisionero es literalmente arrancado" de su estado de sombras e ignorancia), así, pasando por muchos grandes e importantes pensadores.

La estupidez en este caso es el discurso no-pensante, cómodo, que se halla socialmente instalado..., para que todo quede igual, nada cambie..., son los Tinelli, los Maradona o puede ser un programa sobre filosofía (como bien dijo G.Z).

También, dicho más artísticamente (considerando al cine como una forma de arte) es la situación en la que se encuentran los ciudadanos en "The Matrix"..., hace falta tener cierta pre-disposición para luego tomar una decisión y salir de ese mundo aparente y alienante.

Ok, son cuestiones que se me ocurren.

Un abrazo
R.P.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con el tema de la estupidez . Hace unos años leí un librito muy interesante titulado "historia de la estupidez humana" donde recorría históricamente las Edades Antigua , Media , Moderna y Contemporánea . Para no ser extenso , me acuerdo un capítulo de la Edad Media dónde se relataba con lujo de detalles los juicios sumarísimos por brujería o las sentencias a muerte dictadas por jueces "muy seriamente" a burros y otros animales domésticos por supuesta conducta endemoniada . También recuerdo el relato de la gente que participaba compenetrada y fascinada , como en los programas de Tinelli o Galán , de la Revolución Francesa , dónde las mujeres se sentaban a tejer frente a la guillotina y preguntaban a quien le cortaban ese día la cabeza , como quien pregunta que película dan hoy .
La ontogenia recapitula la filogenia en la sociedad humana ? Quiero decir , que para emerger de la pura animalidad , viviremos todavía largos períodos regresivos y siniestros de la evolución de las especies ? No es la estupidez el tanteo temeroso y muchas veces grotesco , en búsqueda de la nueva adaptación , diferenciación y sobrevivencia ? Por qué nos divierten mimos como Mr Bean cuya característica principal es la estupidez absurda ?
Un abrazo .
M.S

Gabriel Zanotti dijo...

Gracias a todos por sus comentarios. Espero poder comentarlos todos en la próxima entrada. Mientras tanto que diga el debate........

Anónimo dijo...

"Los que más tienen siguen pidiendo cosas que no les podemos dar"
Me impresionó mucho este sofisma triple , de triple mala leche : "los que más tienen" ( los K y sus amigos ? ) , "siguen pidiendo cosas" ( no les pedimos que nos den una mano , sino que nos saquen el pie de encima , diría De Angeli ) , "que no les podemos dar" ( ellos creen que están para dar , como los monarcas absolutos ) .
Sin un alto grado de estupidez complice el fenómeno K sería imposible .
No podía dejar pasar esta frase relacionada con la estupidez argentina . Saludos . M.S

Juan Manuel Bulacio dijo...

Muy bueno, M.S!!!!
Clarísimo y sintético.
Gabriel, te debo la lectura de tu nota. Abrazo. JM

Juan Manuel Bulacio dijo...

Luego de leer tu nuevo posteo fue imposible no hacerme el hueco para leer el anterior. Muy elocuente lo que la filosofía es para un filósofo como vos. Es lamentable el lugar que habitualmente se le da a la filosofía. No se si es un florero o la piedra angular, pero sí sé que la única forma de disfrutar lo que uno hace es elegirlo y hacerlo con pasión, más allá de los eventuales costos personales que implique. Vos sos claramente un filósofo. Eso te enorgullece y, modestamente lo digo, a mi también. JM

Gabriel Zanotti dijo...

Gracias JM. Mas que enorgullecerme, me da una mision, cuyos costos son altisimos...................................................

oikos-pobierzym dijo...

Ups..., "misión", "costos altísimos..."

¿por qué será que son términos que me suenan familiares...?

un abrazo a todos!!

R.P.

Anónimo dijo...

Hola gabriel. Encontre tu blog y me parece un buen espacio para intercambiar ideas y opiniones. Me podrías aclarar lo dicho en uno de tus comentarios de tu misión y de los costos.
Gracias. Darío

Gabriel Zanotti dijo...

Es que la filosofía es una vocación, un llamado a ser la voz en el desierto, a despertar las almas de su letargo. La alegoría de la caverna de Platón. No es vanidad, al contrario, es ser carpintero del pensamiento, como decía Edith Stein. Pero tiene precios altísimos, porque por más cordial que seas, no puedes ocultarte de los doctores de la ley. Siempre te espera la cruz.